Por Cristián Parodi 

La reforma de la escuela secundaria se ha instalado como prioridad. Rio Negro la implementó este año, y la Ciudad de Buenos Aires presentó sus ideas para cambiar el sistema gradualmente en los próximos diez años.

En todas estas iniciativas hace falta escuchar la voz del mundo del trabajo, traducida en proyectos RSE que tengan como fin complementar los esfuerzos que se hacen por la formación de los adolescentes. Ellos necesitan esos esfuerzos hoy para aprobar las materias difíciles, condición excluyente que les permitirá pasar de año alejándolos del camino de la repitencia y del abandono, tan transitado por miles de jóvenes de nuestro país.

¿Cómo hacerlo? Podemos empezar por las escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires. Son 154.

Necesitamos 154 proyectos RSE, uno por cada escuela, que trabajen coordinadamente en acompañar a los estudiantes para que aprueben las materias difíciles. Podemos empezar por aquí.

(Cuadro: Escuelas CABA por comuna y matricula por año de estudio,  datos 2013)